Los arcaísmos son palabras o expresiones que, aunque consideradas anticuadas y en desuso en el lenguaje cotidiano, aún encuentran refugio en los textos de la literatura clásica. Estos términos añaden un aire histórico y cultural a las obras literarias, proporcionándoles un carácter único y distintivo. A continuación, vamos a explorar 10 ejemplos de arcaísmos en la literatura clásica.
1. ‘Vuestra merced’
Este es un claro ejemplo de arcaísmo muy presente en «Don Quijote de la Mancha» de Miguel de Cervantes. Era una forma de tratamiento utilizada para dirigirse con respeto a otra persona, posteriormente se ha reducido a «usted».
2. ‘Hogaño’
La palabra «hogaño», que significa actualmente o en estos tiempos, es otro arcaísmo encontrado en escritos clásicos, principalmente de autores españoles del Siglo de Oro.
3. ‘Cuita’
‘Cuita’ es un arcaísmo que aparece en poesía y teatro del Siglo de Oro español. Se utiliza para referirse a la aflicción o preocupación intensa.
4. ‘Doncel’
En los cantares de gesta y poesía épica, se utiliza «doncel» para referirse a un joven noble o caballero.
5. ‘Mancebo’
«Mancebo», que significa muchacho o joven, era muy utilizado en el teatro medieval y en la prosa del Renacimiento y el Barroco.
6. ‘Desventura’
La palabra ‘desventura’, que denota mala suerte o infortunio, es otro arcaísmo común en la literatura clásica, especialmente en trabajos que lidian con temas de tragedia y destino.
7. ‘Beldad’
«Beldad» es un arcaísmo muy frecuente en textos poéticos y narrativos para referirse a la belleza femenina.
8. ‘Albricias’
En textos como «La Celestina», encontramos el término ‘albricias’, que se refería a la recompensa que se daba por una buena noticia.
9. ‘Fementido’
‘Fementido’, se encuentra en textos medievales y significa falso o mentiroso.
10. ‘Parvo’
Finalmente, ‘parvo’ es un arcaísmo usado en eras pasadas para referirse a algo pequeño o insignificante y también a niños pequeños y jóvenes.
Estos ejemplos nos permiten apreciar cómo los arcaísmos realzan la fluidez y colorido de la literatura clásica, recordándonos constantemente su riqueza y su conexión con tiempos antiguos.