En el mundo de la literatura, la elegía es uno de los géneros que, a través del lamento, permite a los autores expresar sus sentimientos más profundos frente a situaciones de vida que nos tocan a todos: la pérdida, la muerte, la tristeza y la soledad. A lo largo de los siglos, muchos poetas han recurrido a las elegías para plasmar en palabras la sensación de melancolía y duelo que a veces embarga al ser humano. A continuación, analizaremos 10 ejemplos de estas emocionantes composiciones literarias.
Ejemplo 1: «Elegía a Ramón Sijé» de Miguel Hernández
Este poema es quizás una de las elegías más famosas de la literatura en español. La dedicó Miguel Hernández a su amigo Ramón Sijé, tras su muerte prematura. El lamento se transforma en una exaltación de la amistad y un canto a la esperanza.
Ejemplo 2: «Elegías de Duino» de Rainer Maria Rilke
Esta serie de 10 elegías, escritas por el poeta alemán Rainer Maria Rilke, son una reflexión sobre la vida y la muerte, el amor y el dolor. Cada una de ellas es un canto a la existencia, con todas sus luces y sombras.
Ejemplo 3: «Elegía» de Federico García Lorca
En este poema, el celebrado poeta español llora la muerte de su amigo, el torero Ignacio Sánchez Mejías. Federico García Lorca trasciende el lamento personal para convertir su elegía en un canto a todos los que, como su amigo, han caído en los ruedos de la vida.
Ejemplo 4: «Elegía a la muerte de César Vallejo» de Jorge Luis Borges
Borges, en esta elegía, rinde tributo al poeta peruano César Vallejo. Este poema es una reflexión sobre la muerte y la manera en que, a través de la literatura, los escritores logran trascenderla.
Ejemplo 5: «When Lilacs Last in the Dooryard Bloom’d» de Walt Whitman
Este poema es la elegía que escribió Walt Whitman tras la muerte de Abraham Lincoln. Empleando un simbolismo floral, Whitman refleja su pesar y admiración hacia el líder norteamericano.
Ejemplo 6: «Elegía por la muerte de un paisano» de Pablo Neruda
Neruda, además de ser un gran poeta amoroso, también supo plasmar la tristeza y la pérdida con gran elegancia. En esta elegía, honra la memoria de un paisano, en una reflexión emotiva sobre la muerte y la transitoriedad de la vida.
Ejemplo 7: «Elegías del nimbo» de Giannina Braschi
La escritora puertorriqueña le dedica una serie de poemas a la ciudad de Nueva York tras los ataques del 11 de septiembre. Es una elegía a la pérdida y al cambio que afectó a todos los habitantes de la ciudad.
Ejemplo 8: «Thyrsis» de Matthew Arnold
Esta elegía inglesa es considerada uno de los mejores ejemplos del género. Arnold rinde homenaje a su amigo Arthur Hugh Clough, quien murió joven, y lo hace con un lenguaje poético que traspasa el tiempo.
Ejemplo 9: “A un gato” de Jorge Luis Borges
Borges convierte en poesía su tristeza por la muerte de su gato. La elegía es una combinación de recuerdos felices y nostalgia por la pérdida de su compañero felino.
Ejemplo 10: «A mi padre» de Blanca Varela
La destacada poeta peruana Blanca Varela escribió este emotivo poema como una elegía a su padre. A través de sus versos, logra expresar el intenso dolor que sentía por su partida.
Así, cada elegía se convierte en un homenaje a quienes no están físicamente, pero siguen presentes en las palabras y los corazones de aquellos que les sobreviven. Cada elegía es un recordatorio de lo efímero de la vida y de cómo, a través de la literatura, podemos darle sentido a la muerte.