10 Ejemplos De Catacresis En La Literatura

La catacresis es una figura retórica que se emplea en el lenguaje literario, y cuya función principal es la explotación de un término en un contexto en el que no tiene un significado convencional. Se utiliza para crear metáforas, imprimir énfasis o simplemente, agregar riqueza a la narrativa. También es muy común encontrarla en canciones, poemas y otras formas de expresión artística. En este artículo, te presentamos 10 ejemplos de catacresis en la literatura.

1. «Las venas abiertas de América Latina» por Eduardo Galeano

En esta obra emblemática del escritor uruguayo, la catacresis se aprecia en el título mismo. Las «venas abiertas» hacen referencia a los recursos naturales y humanos que han sido explotados en América Latina.

2. «El corazón delator» de Edgar Allan Poe

Poe utiliza la catacresis al atribuirle a un corazón, órgano que carece de capacidades cognitivas o emocionales, la facultad de delatar a su dueño.

3. «Matar un ruiseñor» de Harper Lee

En el título de este clásico de la literatura, el «ruiseñor» se utiliza para representar gráficamente la inocencia que es asesinada.

4. «Cien años de soledad» de Gabriel García Márquez

Uno de los ejemplos más notables de catacresis en la literatura proviene de la obra de García Márquez. La «soledad» no puede medirse en años, por lo que la frase adquiere un significado metafórico.

5. «Las uvas de la ira» de John Steinbeck

Steinbeck usa la catacresis al asignar una emoción, en este caso la ira, a un objeto inanimado: las uvas.

6. «El ruido y la furia» de William Faulkner

Otro ejemplo sumamente representativo de catacresis es el título de esta obra, donde «ruido» y «furia» se entrelazan pese a ser conceptos incompatibles.

7. «El jardín de las delicias» de Bosch

Aunque este es más bien una obra pictórica, el uso de la catacresis en el título es notable: un jardín no puede contener «delicias», pues son sensaciones gustativas.

8. «La mano de Dios» de Maradona

Esta famosa expresión deportiva es un ejemplo de catacresis porque atribuye a Dios una «mano» y un acto físico, que es marcar un gol.

9. «Los dientes de la noche» de Jacques Prévert

Aquí, Prévert usa la catacresis para describir cómo la noche «muerde» o consume el tiempo.

10. «La piel del cielo» de Elena Poniatowska

Y finalmente, en esta frase, la autora le atribuye una «piel» al cielo, creando una poderosa imagen literaria.

La catacresis permite a los autores explorar nuevas formas de expresión, experimentar con el lenguaje y pintar potentes imágenes en la mente del lector.

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